Pero por encima de todo promover entre el público juvenil la asistencia al cine en su faceta social y de ritual colectivo, por motivos culturales, pedagógicos y temáticos.
Esta iniciativa nuestra, que hoy parece tan novedosa en esta ciudad, era algo corriente hace unas décadas. Recuerdo los domingos en el Champagnat de Maristas, el Loyola de Jesuítas y en el cine parroquial de la Asunción, donde ví muchas joyas. Este artículo que reblogueo hace un repaso de todos ellos. ¡Qué nostalgia!
http://memoriasdelviejopamplona.com/2013/04/los-cines-del-viejo-pamplona-cines.html
Aunque si había cine parroquial en mi pueblo,no teníamos la suerte de que fuera un cineclub(que envidia!)Pero si nos daba la oportunidad de ir desde muy pequeños solos al cine(sin adultos) y ver pelis de diversas épocas y géneros.
ResponderEliminarAquí tampoco eran exactamente cineclubes, pero bueno, cumplían esa función. Gracias Virginia!
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